domingo, 2 de enero de 2011

Caminando por el prado

Esta es una canción preciosa que escuché hace muchísimos años y que me marcó un antes y un después en esto de los cánticos. Es una de esas canciones que te crea un ligero cosquilleo cuando la terminas, con esa añadidura que se repite en cada hemistiquio sin llegar a ser cansina. Creo que es una canción que a todos gusta escuchar, ahí dejo la letra para que entonéis frente a la pantalla y reviváis esos buenos recuerdos que estoy seguro aún perduran en vuestras mentes.

Caminando por el prado, / en el suelo vi que había
una carta ensangrentada / de cuarenta años hacía.
Era de un paracaidista / de la octava compañía,
que a su madre le escribía / y la carta así decía:

"Madre anoche en las trincheras / bajo el fuego de metralla,
vi el enemigo correr, / la noche estaba cerrada.
Apunté con mi fusil / al tiempo que disparaba,
y una luz iluminó/ el rostro que yo mataba.

Clavó su mirada en mí, / con los ojos ya vacíos.
Madre, ¿sabe quien maté?/ No era un soldado enemigo
Era mi amigo José, / compañero de la escuela,
con quien tanto yo jugué / a soldados y trincheras.
Ahora el juego era verdad / y a mi amigo ya lo entierran.

Madre yo quiero morir, / ya estoy harto de esta guerra.
Y si te vuelvo a escribir / tal vez sea desde el cielo,
donde encontraré a José / y jugaremos de nuevo.
Dos claveles en el agua / no se pueden marchitar,
dos amigos que se quieren, / no se pueden separar.

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